Proceso personal de humanización

Las ideas de la monografía, presentadas formando parte de un proceso, favorece el poder entenderlas, manejarlas y aplicarlas adecuadamente. Además como el proceso está construido con base en la autoevaluación y en la retroalimentación, esta estrategia permite poder realizar el mismo, alimentándolo con mejoramiento continuo. • El proceso está concebido para llevarlo a cabo con responsabilidad personal. Por lo tanto debo entender que para mejorar mi nivel de humanización “únicamente debo depender de mí mismo”. Como es de comprender, esta dependencia se fortalece con el autoconocimiento, con la autoconfianza, con la disciplina personal y con la concepción de que aunque todos somos diferentes, somos también cada uno de nosotros, seres valiosos en una u otra forma. • Para la enunciación de las definiciones de los conceptos manejados en el Proceso, se tuvo especial cuidado para que las mismas se distinguieran por ser concisas, claras y suficientes, respetando a la vez su verdad y su trascendencia. Esta exigencia facilita, el poder entender de manera sencilla conceptos tales como: SER, Amor, Felicidad, Placer, Poseer, Ego. Cuando el significado de un concepto no es conciso, claro y suficiente, en esas circunstancias el mismo no se presta para encontrar fácil y satisfactoriamente lo que se desea. • En el Proceso Personal de Humanización, cuando se habla de filosofía de vida sana, se está hablando de una filosofía de vida que conlleve a no causarnos perjuicio, ni causarle perjuicio a los demás. Ante este requisito queda fácil señalar, que la práctica del Mandamiento Cristiano del Amor, cumple a cabalidad con este propósito. Los Principios del Mandamiento Cristiano del Amor son una pauta apropiada para evaluar mis acciones y por consiguiente para fortalecer mi autoconocimiento. • El Manejo idóneo de las facultades humanas es vital para el desarrollo del Proceso personal de Humanización. Como este manejo implica responsabilidad, en consecuencia para aprovecharlas favorablemente, es conveniente supeditar su aplicación a los Principios de una Vida Sana, al respeto de la verdad, al respeto de lo trascendental. Otro compromiso favorable para el buen manejo de las facultades humanas, es el de actuar considerando “la aceptación de la realidad” en todas sus manifestaciones; ello implica el aceptar las realidades de la vida tal como se nos presentan, el aceptar a los demás tal como son y el aceptarme plenamente a mí mismo, con mis imperfecciones, con mis debilidades, con mis fortalezas, con mis aptitudes, con mis habilidades y con mi forma de ser.