Transición: La manifestación de una iglesia madura
Transición: La manifestación de una iglesia madura
Todo gran comienzo en la vida de una persona se desarrolla por este camino llamado transición.
Las personas que han transicionado en la vida y en sus ministerios, tienen algo en común, y es que supieron cuando llegó el momento de su transición, para ellos y su ministerio. Ellos fueron sensibles y capaces de hacerlo a pesar de los riesgos y retos que tenían por delante. Su visión fue mayor que sus temores y fracasos. Su misión abrazó el palpitar de su corazón el cual los impulsó a llegar a lugares que un día vieron en su espíritu. Nada puede detener a un hombre que ha creído en lo que Dios le ha dicho y mostrado. La gente que transiciona, es porque dentro de ellos está el fuego de la pasión por ver algo diferente en ellos y en sus generaciones.
Transición no es solo movimiento, porque hay muchos que se mueven pero nunca llegan a ninguna parte. Transición, es estar dispuesto a cruzar en fe al otro lado y seguir avanzando a pesar de todo.
Transición sin retos y sin grandes desafíos, solo es un pasadía por el camino de la vida. Los desafíos, los retos y los procesos son la evidencia viva de toda transición. Los hombres de Dios que puedan captar y entender esta verdad sabrán que, para transicionar, tendrán que aprender a enfrentar todos los retos y desafíos tanto en el ministerio como en lo personal y espiritual.
Ahora, para mí han sido un reto y un desafío las transiciones, especialmente cuando se ha tratado de ir más allá en la madurez espiritual, porque he tenido que dejar atrás las experiencias buenas del pasado, y entrar a una nueva etapa nueva del Espíritu y madurez en el Reino de Dios. He tenido que volver a las escrituras y permitir al Espíritu Santo, que cambie y transforme mi manera de pensar y ver las cosas. He permitido que el Espíritu Santo cambie mi lenguaje religioso, por el lenguaje del Espíritu, Reino y Gracia. He permitido que el Espíritu Santo cambie mi perspectiva de como el Reino puede operar en las cosas más insignificantes y recibir la revelación del Cristo resucitado disponible para todo el que cree.
Ahora bien, tenemos un gran reto frente a nosotros, y la decisión de creer esta verdad. Oro a Dios, para que nos de espíritu de entendimiento, de sabiduría y conocimiento, para que podamos percibir en nuestro espíritu el tiempo de transición, para nuestra vida y ministerio.
Transicionar en la revelación de la palabra, es desafiante, porque esto es obra del Espíritu Santo.